miércoles

MÁS SOBRE CLAIRE MORGAN

¡Qué casualidad! Yo tropecé con esta misma foto pero en un suplemento cultural del año pasado.
En el artículo se hablaba de la exposición On & On sobre Arte Efímero que se podía ver en noviembre de 2011 en La Casa Encendida de Madrid.

Me llamó mucho la atención la obra, Fluid,  más que por el pájaro disecado por la sensación de ingravidez de las fresas que formaban como una gran alfombra roja. La instalación constaba de cientos de fresas frescas colgando de hilos de nilon transparentes y producía la sensación de una forma inmóvil en el espacio, de tiempo detenido. Pero los cambios que sufrían las fresas durante las cuatro semanas que dura la exposición, recuerdaban al espectador, por el olor que se va tornando de dulzón a putrefacto, y por el color rojo que se torna gris y finalmente negro, que el tiempo fluye inexorable para las frutas y también para las personas.

Claire Morgan montando la instalación


Detalle de las fresas dos semanas después




En la misma exposición, había otra obra con pájaros, sólo que éstos aún estaban vivos. Se trataba de From here to ear, del artista y compositor francés Céleste Boursier-Mougenot cuya propuesta era mucho más lúdica y menos trascendental. En una mezcla de instalción y performance, crea un paisaje artificial para una bandada de pinzones cebra que al posarse y caminar sobre unas guitarras eléctricase producen diferentes sonidos musicales.  El efecto es cautivador.





Y si no me creéis, mirad este vídeo.



1 comentario:

  1. Preciosa la instalación de las guitarras y los pinzones (¿cómo puso en contacto unos con otras el autor?). Una belleza el juego entre previsión y azar de imágenes y sonidos.
    Y luego la putrefacción de las fresas. Como la calavera de las antiguas vanitas ésta es una imagen recurrente a la que llevan la desazón o la disposición ante la transitoriedad, ante la muerte. ¿No vimos un vídoe sobre la descomposición de un bodegón en la reciente exposición de La Pedrera que unía arte con comida?

    Pero en mi experiencia, la palma en el tema la lleva el film de Peter Greenaway A Zed & Two Noughts. Obsesivo y angustioso, me han quedado grabadas sus imágenes de animales y manzanas descomponiéndose bajo la cámara y, sobre todo, las de los dos hermanos recorridos por caracoles. Además, la música de Michael Nyman, la también obsesiva simetria en los planos, las referencias a Vermeer... Os adjunto un link sobre éstas últimas:

    http://seikilos.com.ar/seikilos/2008/06/vermeer-en-zoo-a-zed-and-two-noughts-de-peter-greenaway/

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