miércoles

BARBAZUL

En el Gran Teatre del Liceu se ha representado durante estas dos últimas semanas una ópera casi desconocida, Ariane et Barbe-Bleue, de Paul Dukas.
Es una ópera que revisa el cuento de Perrault aunque el planteamiento y el desarrollo difieren totalmente de la historia tradicional con un sorprendente final, que resulta completamente contemporáneo. Esta obra se estrenó en París en 1907 y por entonces, Dukas no podía saber que los espectadores actuales tendrían en mente películas de asesinos en serie, como El Silencio de los Corderos, o El coleccionista de amantes, protagonizada por Morgan Freeman. E esta película el psycho-killer se hace llamar Casanova y su afición principal es la secuestrar a las jovencitas de las que se enamora, a las cuales mata una vez que su amor se esfuma. Una de ellas conseguirá escapar de su cautiverio y junto a un policía que investiga el caso intentarán acabar con el asesino.

El cuento de Perrault
Barba Azul era un rico aristócrata, temido por su aspecto fiero y conducta salvaje. Se había casado en siete ocasiones, pero nadie sabía qué había sido de sus esposas. Las mujeres del lugar lo evitaban. Cuando Barba Azul visitó a uno de sus vecinos y pidió en matrimonio a una de sus hijas; las dos mayores se negaron, pero, finalmente, convenció a la hermana menor de que se casara con él y tras la ceremonia la condujo  a su castillo.
Al poco tiempo Barba Azul anunció que tenía que partir de viaje durante una temporada y entregó todas las llaves del castillo a su nueva esposa, incluida la de una pequeña estancia a la que le había prohibido entrar. Después partió y dejó la casa en sus manos. Casi inmediatamente la esposa sintió un deseo insuperable de ver qué había en la habitación prohibida y finalmente una de sus hermanas que estaba de visita la convenció para que satisficiera su curiosidad y abriera la puerta.
El piso estaba encharcado de sangre y los cadáveres de las anteriores esposas de su marido estaban colgados de los muros. Aterrorizada, cerró la puerta pero algo de sangre se quedó en la llave. Barba Azul regresó de improviso e inmediatamente se dio cuenta de lo que su mujer había hecho. Ciego de ira, amenazó con decapitarla en aquel mismo momento, así que ella se encerró en la torre más alta junto con su hermana. Mientras Barba Azul, espada en mano, trataba de abrir la puerta, las hermanas esperaban la llegada de sus dos hermanos. En el último momento, cuando Barba Azul está a punto de dar el golpe de gracia, los hermanos irrumpen en el castillo y matan a Barba Azul cuando éste trata de huir.
La moraleja de la historia es que la curiosidad de la mujer y no la brutalidad del marido es la causa de su perdición. Otra historia relacionada con la curiosidad femenina como culpable de las desgracias humanas es el mito de la Caja de Pandora.
Aunque es conocido como un cuento de hadas, se cree que el personaje de Barba Azul está basado en el noble bretón del siglo XV y asesino en serie, Gilles de Rais.

Este cuento lo leí de niña en la Colección Clásicos Bruguera, que combinaba texto con ilustraciones en blanco y negro. El momento en que la imprudente esposa movida por la curiosidad, abre la puerta prohibida y se encuentra con las esposas muertas, había sido resuelto por el dibujante de una manera ambigua; se veían los cuerpos de pie como apoyados contra la pared, entre sombras de color oscuro; la falta de detalles  me disparaba la imaginación. ¿Eran aquellas sombras charcos de sangre o eran cuerpos en descomposición? En mi imaginación, de aquella página emanaba un olor a muerte; tenía el poder de aterrorizarme hasta el punto de no poder seguir leyendo y cerrar el libro precipitadamente. Así que sólo muchos años después, supe que la esposa imprudente se salva por los pelos gracias a sus hermanos y que Barbazul muere atravesado por sus espadas.


En la ópera de Paul Dukas, el director de escena Claus Guth ha sustituido el tradicional castillo del cuento por una casa unifamiliar actual, con un tejado a dos aguas. Dice el crítico Roger Cahn que la violencia se esconde a menudo detrás de las fachadas más anodinas, como la de una casa unifamiliar burguesa que abundan en cualquier barrio. De ese vecino tan afable, un simpático abuelito austríaco de 73 años, llamado Josef Fritzl, se supo en 2008 que retenía, desde hacía 24 años en el sótano de su casa, a una hija con la que mantenía relaciones sexuales y con la que había tenido siete hijos, y que su propia esposa estaba en el secreto.   

Sinopsis:
En medio de un paisaje nevado un coche conduce a una casita aparentemente acogedora a los recién casados, Barbe-Bleue y la hermosa Ariane, la sexta esposa. Ariane no se ha casado engañada. Sabe que su marido encierra un terrible secreto y está dispuesta a descubrirlo. Como en el cuento tradicional, Ariane va abriendo una a una, seis puertas que, al abrirse, nos ciegan con el resplandor de las joyas que forman el tesoro de Barbe-Bleue. La última puerta es una trampilla que da al sótano, donde las cinco esposas viven en la oscuridad, en jaulas de madera. La ópera de Dukas se basa en la obra del mismo título de Maeterlinck, que enfatiza los aspectos simbólicos del cuento de Perrault y pasa por alto el tema peyorativo de la curiosidad femenina. Las esposas no están muertas, pero viven en un submundo, privadas de la luz que hemos visto en las salas de las joyas, privadas de libertad. La reclusión las ha convertido en seres atemorizados y sin autoestima, con tics que anuncian la locura, como acariciar obsesivamente un muñeco de tela, tirarse del pelo, caminar con un solo zapato, rascarse compulsivamente los brazos…

Ariane en las mazmorras

Ariane las rescata del infierno y las devuelve a la luz, les quita sus fetiches y sus manías y les obliga a mirar por las ventanas. Les  devuelve su dignidad y su belleza. Pero ante la recién recuperada libertad, las esposas dudan, tienen miedo del mundo exterior. ¿Qué será de ellas fuera de la protección del castillo y de su señor?


El final se precipita cuando los aldeanos se rebelan contra Barbe-Bleue y lo entregan, atado y malherido, a Ariane y a las esposas  para que lleven a cabo su venganza. Pero Ariane ya ha obtenido su triunfo porque ha demostrado que este amo y esposo temible ha sido incapaz de hacer frente a una mujer valiente que no se ha dejado atemorizar. Corta las ligaduras de Barbe-Bleue e invita a las cinco esposas a dejar el castillo. Pero las mujeres se acercan al esposo temido llenas de sentimientos ternura; le acarician, le curan, se compadecen de él y no son capaces de abandonarle. Ariane deja el castillo triunfante pero sola.

Barbe-Bleue atado y malherido


El estilo de Dukas en esta pieza se encuentra, según los expertos  a caballo entre Wagner y Debussy. El sonido orquestal es brillante y colorista y atrapa al espectador desde el primer momento. En cuanto a la parte cantada, el oído acostumbrado a la ópera tradicional encontrará difícil de seguir las melodías trágicas de la parte cantada. Según el director de orquesta Stéphane Denève, se trata más de recitativos ariosos que de arias propiamente dichas.


Fragmento del Acto III





Final del Acto II

En el final del segundo acto. Ariane libera a las esposas y se dirigen hacia la luz del día, que simboliza la libertad recuperada. Cae el telón.
La ópera nos acerca sin poderlo evitar al maltrato femenino del que tenemos noticias casi cada día. Mujeres que son víctimas de la brutalidad de su pareja. Pero también es cierto que muchas de esas víctimas son incapaces de denunciar la violencia en la que viven por miedo. Han perdido la autoestima y no tienen valor ni para enfrentarse a su Barbazul ni para salir al mundo. Igual que las esposas de la historia de Maeterlinck, viven una relación perversa de dependencia, un amor enfermizo y malsano, que muchas veces es recíproco. Cuantos hombres después de matar a su mujer se suicidan a continuación. “Ni contigo ni sin ti”

BARBAZUL
La llave pienso devolver
que permitió mi entrada
en el estudio de barbazul;
porque me haría el amor
la llave pienso devolver;
en la cámara oscura de su ojo
puedo ver mi corazón en rayos-x
mi cuerpo disecado:
la llave pienso devolver
que permitió mi entrada en
en el estudio de barbazul.


Sylvia Plath


Dukas es famoso sobre todo por ser el autor de la partitura El Aprendiz de brujo, utilizada por Walt Disney como tema musical en la película Fantasía. Paul Dukas se suicidó en 1935 y decidió quemar gran parte de su obra, en su mayoría inédita, poco antes de morir. Consideraba Dukas que su producción, salvo las escasas obras que han llegado a nuestros días, merecía desaparecer para siempre porque no era digna, su espíritu de perfección nos ha privado de obras que, con seguridad, serían consideradas actualmente como grandes composiciones.

El aprendiz de brujo en Fantasía de Walt Disney






1 comentario:

  1. ¡Menuda disertación! Éste es un escrito multidisciplinario incluyendo desde información hasta experiencia personal como ya quisiera yo para los treballs de recerca de mis hijos.
    Las migajas sonoras que nos has regalado me han recordado al Massenet de Wherter, sin duda deudor de Wagner con su música deslizándose hacia el infinito (¡y más allá!) y la utilización del leivmotiv pero con la ligereza, bienvenida, que se les supone a los franceses. (A mí, Wagner me puede, lo siento)
    Todos tres, me parece, empiezan a alterar los centros de tonalidad, inician el apasionante camino hacia la disolución de la tonalidad en la que les acompañarán Debussy pero, sobre todo, Mahler y Strauss, Zemlinsky y los jóvenes Schoenberg y Berg. ¡Qué maravillosas son las épocas de transición en las que se ganan y se pierden mundos a la vez! Y ¡caramba con los germánicos!, aunque me temo que éste fue su canto del cisne.

    ¡Qué desastre la violencia sobre la mujer! Nos parece cosa de hoy, fruto de la resistencia a la emancipación femenina, pero ha estado presente en toda la historia desde que los homínidos se volvieron hombres (¿Quemó brujos la iglesia? No, ¡sólo brujas!). Y un cuento popular como Barbazul muestra que desde lejos se ha tenido conciencia de ello.
    Pero en el convulso cambio de siglo, por lo menos los germánicos (caramba con…) desempolvaron el mito de la mujer dominante y devoradora de hombres; tal vez sólo para excitar a los hombres, no lo sé. Strauss nos muestra a Salomé; Wedekind escribe Lulú y La caja de Pandora, Alban Berg reúne las dos obras en su Lulú…

    Por cierto: Isaki Lacuesta ha estrenado La noche que no acaba, un ensayo sobre Ava Gardner y el paso del tiempo centrado (no solamente) en La caja de Pandora, el film que se rodó con Ava en Tossa. ¡Un film de Isaki no es algo que se pueda ver todos los días!
    Mariajosé: no dejes de escribir.

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