For the birds
Esta pieza, no es exactamente una escultura ni una maqueta, sino un modelo. Schütte reflexiona sobre la existencia y se vale de múltiples modos para ironizar sobre los diferentes aspectos del mundo (occidental) donde nos ha tocado vivir.
For the birds, pueden parecer, a simple vista unas encantadoras, idílicas casitas para pájaros, pintadas de colores alegres, amarillo y azul verdemar, rojo con azul claro, hasta que empezamos a contar cuantos individuos pueden habitarlas. En la más grande, 60 pájaros. Demasiados pájaros, demasiado ruido, demasiadas familias. Schütte nos habla de los bloques de pisos adocenados donde se malvive, con un lenguaje aparentemente optimista.
Y por si no nos quedara suficientemente claro, en la misma sala encontramos las fotografías de Thomas Ruff de edificios de viviendas, retratados desde un punto de vista neutro, pero que muestran sin piedad alguna toda su fealdad.
Finalmente, en otra sala encontrmos una magnífica instalación de Öyvind Falström, artista sueco pero nacido en Brasil. La pieza se titula Jardín. Un modelo del mundo y consiste en una serie de macetas que contienen unas plantas de tallo largo y recto con unas flores de grandes pétalos coloreados, todas iguales. El conjunto se muestra en una pequeña sala enmoquetada de verde.
Cuando nos acercamos lo suficiente, vemos que estas flores tan atrayentes contienes mensajes y dibujos ecologistas avant la lettre ( se trata de una instalación de 1973) que explican de una manera explícita como estamos destruyendo nuestro planeta.
Desde una sala cercana, El mar de Chocolate de Dieter Roth, cada vez más desmoronado y descompuesto, se parece cada vez más a un templo devorado por las lianas de una jungla posiblemente camboyana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario